Corduba

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IN·MEMORIAM·A·TVLLIAE·SCHOLASTICAE·AVGVSTAE·PRINCIPIS·SENATVS·CENSORIS·IIII·CONSVLIS·II·PRAETRICIS


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A pesar que las guías turísticas obvian totalmente el pasado romano de Córdoba y que uno espera encontrar solo monumentos de la cultura hispanomusulmana, un apasionado de la cultura romana se puede ver gratamente sorprendido al recorrer las intrincadas callejuelas cordobesas.


Al menos mi guía no menciona ni tan siquiera el puente romano sobre el Guadalquivir, pero cruzando dicho puente uno se encuentra de frente con la Iglesia Catedral de Córdoba: la antigua mezquita.


Una vez dentro de ella (tras haber pagado el canon de 6 euros de entrada) uno se puede dedicar a admirar las más de 850 columnas que sustentan el techo de la misma y poder distinguir entre ellas las que son de origen romano, las que son de origen egipcio y las de origen visigodo. Inclusive en el museo visigodo de la mezquita se pueden admirar restos de época romana aunque bajo la designación “visigoda”.


Saliendo de la mezquita y caminando por el barrio de la judería uno puede sorprenderse al encontrar incrustadas en los muros de muchas edificaciones, columnas con epigrafía romana, hasta llegar al museo arqueológico (Plaza de J. Paez).


En el museo arqueológico, ubicado en un palacio renacentista, uno se encuentra, según entra, con un patio plagado de restos romanos a los cuales no puede acceder directamente: primero hay que pasar por taquilla. Gracias a los dioses basta con enseñar el DNI para que el acceso no cueste dinero.


Tras la taquilla se puede admirar una maqueta del teatro romano que se está excavando en el exterior del museo, dos pequeñas salas dedicadas a la prehistoria y la protohistoria (periodo ibero-turdetano) y se accede ya a la zona romana.


Sorprendentemente y teniendo en cuenta que todo lo que nos cuentan de Córdoba es musulmán, en este museo la colección más grande y más variada es la de la cultura romana: elementos arquitectónicos, sarcófagos y estatuas togadas, esculturas en mármol y bronce retratando a personajes locales, emperadores y dioses, mosaicos, inscripciones, pavimentos, maquetas de villas y monumentos y un amplio repertorio de hallazgos de toda la provincia cordobesa. Llama la atención la sala dedicada al mundo funerario romano con la hipotética reconstrucción de un columbario, con lapidas, sarcófagos de plomo e inscripciones gladiatorias. Amén de restos de estructuras de época romana correspondientes a espacios públicos urbanos que conforman la estructura del palacio renacentista.


Paso de contar y relatar los restos visigodos y árabes del museo ya que no fui para verlos, sino para conocer la Corduba romana, la capital de la Baetica.


Saliendo del museo uno se puede dirigir callejeando hacia la plaza de la Corredera, para encontrar un poco más allá el Museo Regina de Joyería (Plaza de Luis Venegas): poco más o menos una joyería camuflada de museo por cuya entrada te soplan 3 euros, para soportar el tostón de una explicación mal dada de cómo se diseñan hoy en día las joyas. Los tres euros merecen la pena solo por visitar los restos romanos que conforman el sótano de dicho “museo” y cuyos mosaicos hace ya tiempo que reposan en el arquelógico.


Saliendo de allí, con el bolsillo un poco más ligero, podemos dirigir nuestros pasos por la calle Pedro López hasta la calle Claudio Marcelo para encontrarnos con Huerto de San Pablo donde posiblemente estuvo ubicado el circo romano de Corduba y luego seguir hasta el final de la calle y tropezar literalmente con los restos de un Templo romano dedicado probablemente al culto imperial.


Los restos del Templo son de época julio-claudia, construidos sobre una plataforma horizontal que salva el desnivel de la zona, dando lugar a una plaza sobre la que se erige un templo próstilo, exastilo y pseudoperiptero sobre podium de 3,5metros de altura, construido extramuros y junto al cual se hallaba la basílica (para información más técnica sobre el templo acudir a www.simulacraromae.org o www.consorciourbium.org).


Más allá, en dirección oeste y por la calle Claudio Marcelo se llega a la Plaza de las Tendillas, donde además de poder oír el carillón del reloj cuya música se hace a base de rasgueo de guitarra española, podemos ver los restos del Foro Provincial.


Siguiendo hacia el oeste por la calle Conde de Gondomar llegaremos a las antiguas necrópolis de Corduba, donde encontraremos un mausoleo circular del siglo I (probablemente una reconstrucción). El mausoleo se encuentra en el Paseo de la Victoria lugar donde se están realizando una serie de excavaciones y catas arqueológicas sobre restos romanos.


Dirigiéndonos hacia el sur por el Paseo de la Victoria y la calle del Doctor Fleming se llega al denominado Hipogeo de la Diputación Provincial, localizado en 1971, realizado en opus quadratum y dentro de una necrópolis que se utilizó hasta el siglo IV,por lo que el hipogeo se ha identificado siempre como la capilla funeraria de algún martir cristiano.


Siguiendo hacia el sur encontraremos el Guadalquivir. De los muelles romanos para la carga del vino y el aceite de la Baetica con dirección a Roma no encontraremos nada, hoy solo se conservan vestigios de los molinos musulmanes que dejaron de funcionar cuando la muy Católica Reina Isabel se quejó de que sus norias no la dejaban dormir.


Y con este recorrido estamos de nuevo en el Puente Romano.


He olvidado mencionar que de vez en cuando se ve, durante el recorrido realizado, los restos de la muralla romana y en el vértice norte-este del rectángulo recorrido los restos de los acueductos que abastecían Corduba de agua potable: Aqua Nova y Aqua Vetus.


Ya completamente fuera de los muros de la antigua capital de la Baetica y completamente pegados a la estación del AVE se están excavando la Villa de la Cercadilla y el Palacio Maximiano, dos motivos por los cuales dentro de algunos años, cuando la excavación esté más avanzada y los restos sean visitables, merecerá la pena volver a Cordoba, además de tratar de localizar otros enclaves que se me pasaron por alto (manzana Banesto, Altos de Santa Ana, Blanco Belmonte, Maria Cristina) y visitar otros situados en las afueras de Córdoba Ciudad que por tiempo me fué imposible visitar: las canteras romanas, el Puente Arroyo Pedroche, la Via Augusta, la Villa del Mitra en Cabra.........


A pesar de los esfuerzos del Exmo. Ayto. de Córdoba para llevar a cabo su plan de excelencia y ser elegida Capital Cultural en el 2016, la Colonia Patricia Corduba sigue siendo una gran desconocida. En el plano-guía que vende el Ayuntamiento por un Euro se citan solo 8 monumentos de época romana, mientras que en Simulacra Romae se citan 9 tipos de monumentos y creo que yo he ampliado un poco este repertorio, tan solo espero que se sigan conservando los vestigios romanos de Cordoba y que dentro de algunos años la gente no solo diga Córdoba = mezquita.


Deseo hacer mención especial de los empleados municipales encajonados en los “Mupis”. Los Mupis son unos quioscos de información turística donde además de obtener información se pueden reservar visitas como la de Medina Azahara. Dichos empleados me sorprendieron por su preparación cultural ya que me “calaron” inmediatamente (o ¿tal vez fue culpa de la toga con la que me paseé por Corduba?) y me dirigieron rápidamente hacia todos los restos arqueológicos que he mencionado.

Por M.Curiatius Complutensis

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